lunes, 23 de julio de 2012

Imaginación, Subjetividad, Saber


Polémica y Compromiso. Estas dos palabras pueden servirnos de entrada al panorama de la obra de Gastón Bachelard (1884-1962), y más allá, a su vida y a su tiempo. Un hombre cuya aparición aparentemente tardía en el escenario filosófico, se compensa con un pensamiento esencialmente polémico y renovador, continuación y a la vez refundación de problemas y preocupaciones que han de estar presentes en el desarrollo de la filosofía francesa del siglo XX, y en general, en las discusiones filosóficas contemporáneas. Siguiendo la metáfora de Lecourt, el día y la noche de los escritos bachelardianos se conjugan para poner en tensión el saber y el sujeto, la ensoñación y el concepto, lo real y lo racional, lo normativo y lo imaginario. A partir de su participación en el debate filosófico, la racionalidad está comprometida, no existe movimiento creativo en el que el saber no esté en juego, en el que el sujeto no se juegue una reconstitución.


Un hombre rural, alejado de aquella París de la Belle Époque, ejerció durante más de veinte años como maestro de secundaria, con un currículo no convencional que lo llevó de la física y la química a la historia y la filosofía de las ciencias. Su aparición en la escena universitaria dejará huella en un importante grupo de intelectuales entre los que se cuentan a Georges Canguilhem, Michel Foucault, Jean Hypollite, Louis Althusser, Pierre Bourdieu, entre otros. Con ocasión de los 50 años de su muerte, hemos querido conmemorar el legado y su obra, reconociendo medio siglo después, la presencia y actualidad de su aporte filosófico.